Confieso que me ha costado mucho tomar la decisión de compartír la maravillosa experiencia de donar mi pelo. Pienso que las buenas acciones se hacen en silencio. Lo que me ha animado a compartirla es pensar que tal vez si la compartia, alguien podría animarse a donarlo también.
El día que me hice donante de pelo fue el 8 de agosto de 2019. Fue increíble ese día, esa sensación de donar pelo para niños. Como dice Albert Espinosa, mis héroes no tiene capa, tienen pulseras rojas.
Siempre quise hacerlo pero por problemas de salud no he podido hacerlo antes, por esos mismo problemas no puedo donar sangre y es algo que me encantaría hacer. Te aseguro que si pudiera también lo haría.
Las personas que pueden donar sangre tienen el poder de salvar vidas, Si tu salud te lo permite dona sangre y salva vidas.
Si te pasa como a mí, y solo puedes donar tu pelo, hazlo porque tienes el poder de hacer que alguien se ponga una peluca con pelo tuyo, mirarse al espejo y verse bien, si alguien se ve bien se siente bien.
Recuerdo que ese día había una abuela en la peluquería y me dijo, ¿por qué a niños y no a adultos?. con un nudo en la garganta dije. porque cuando alguien decide donar su pelo normalmente lo dona a adultos y no se acuerdan de que los niños también sufren. Tienen el mismo derecho de verse y sentirse bien con una peluca.
Si quieres saber más detalles de esta maravillosa experiencia, tendrás que esperar a la autobiografía.
Tíscar.
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