La historia de este poema es la siguiente.
El día en que escribi este poema fue uno de los días más intensos en lo que yo llamaba infierno. Llevaba tanto tiempo en la lucha contra el acoso escolar que no podía más y sentí la necesidad de escribir.
Como dice mi poema siempre me he preguntado el por qué a mí.
Siempre me he culpado yo. Por fortuna hoy sé que no tenía la culpa de que a esos compañeros y maestros no les funcionaran de una manera correcta las neuronas. De que no tuvieran corazón o más bien de que lo estuvieran tan vacío.
Al final del poema intentaba darme ánimos, levantarme yo sola. Y esa tarea no es nada fácil.
Si antes no les deseaba nada malo ahora que han pasado años luz, menos todavía. Pienso que ya bastante desgracia tienen con ser así o con haber sido asi.
Si en el presente tuviera que escribir este poema, seguramente no lo escribiría asi. Tal vez sería peor y más profundo aún.
Lo cuento con más detalles en la autobiografía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario